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Sanar en la naturaleza PARTE II

La naturaleza para las prácticas contemplativas

“En los bosques, Alfonsina, estás oculta. Nadie sabe de tu nido secreto. Nadie sabe de tu trino melancólico, ni yo sé dónde estás”

Alfonsina Storni, Los Bosques

El budismo zen, el mindfulness (o atención plena) y el baño de bosque (shinrin-yoku) son prácticas que, aunque se originaron en diferentes contextos históricos y culturales, tienen elementos en común y pueden complementarse entre sí. 

El Budismo Zen es una rama del budismo que hace hincapié a la meditación y la experiencia directa e intuitiva de las prácticas contemplativas. Esta rama se originó en Japón, luego de enriquecerse las enseñanzas de Buddha con el budismo tibetano, taoismo1, etc. La palabra zen proviene de la traducción de la palabra meditación en sánscrito. El zen se centra es está en el aquí y ahora, y utiliza la meditación sentada (zazen) y la atención plena como herramientas para liberar la mente de sus patrones habituales de pensamiento intuitivamente y con pocas indicaciones.

  1. Aclaración: el taoísmo (China) es una filosofía de vida y religión que promueve la armonía y el equilibrio con la naturaleza. Los taoístas creen en seguir el «Tao» o «el camino», que se entiende como el flujo natural del universo. El Hinduismo (India) también preserva un profundo respeto la naturaleza y ve a la madre tierra. La diosa भुमि (Bhumi Devi) es la diosa de la tierra. Los animales y las plantas son venerados en el hinduismo, y se les atribuyen propiedades sagradas.
भुमि

Shinrin-Yoku fue originado en Japón en la década de 1980, esta práctica implica sumergirse en la atmósfera del bosque a través de los cinco sentidos; y al igual que el mindfulness y el zen, el baño de bosque implica estar presente y abrirse a la experiencia del momento. 

Mindfulness (atención plena) es una práctica que implica prestar atención al presente, de manera intencionada y realizar juicios de valor a lo que sucede. También tiene sus raíces en las tradiciones budistas, el mindfulness es probablemente la práctica contemplativa que ha sido más estudias por la psicología y neurociencias. La idea central es estar plenamente presente en cada momento, observando los pensamientos tal y como son, sensaciones y emociones sin apegarte a ellos o juzgarlos tiene un efecto modulador en el cerebro y sanador en el cuerpo-mente. 

Es importante resaltar que los baños de bosques emergieron de una profunda relación ancestral de los ciudadanos japoneses con la naturaleza, lo cual, para los occidentales puede ser difícil comprender. Por ejemplo, 神道 (shinto) es una religión nativa japonesa. Entiéndase qué religión no es necesariamente el mismo concepto de religión occidental, para muchas culturas asiáticas la religión engloba a una forma de vida y de estar. Shinto se centra en la conexión con la naturaleza y los espíritus naturales llamados kami. Los espíritus de la naturaleza se encuentran en árboles, rocas, ríos, montañas y otros aspectos del mundo natural. 

Los la entrada a los Shrine (templos shintos) son conocidas: ⛩️ (torii gate). El papel principal de las puertas torii es distinguir los terrenos sagrados del santuario del mundo humano. En otras palabras, sirven como un límite que separa el espacio sagrado del mundo mundano donde viven los humanos. Una vez que cruzas la puerta torii, significa que has ingresado al espacio sagrado y especial.

Los ritos de este culto físico eran, asimismo, totalmente simbólicos, y el indio no adoraba más al sol que el cristiano adora a la cruz. El Sol y la Tierra, por una parábola evidente que apenas tenía más de metáfora poética que de verdad científica, eran, desde su punto de vista, los padres de toda vida orgánica. Del Sol, en cuanto padre universal, procede el principio vivificante de la naturaleza, y en el seno paciente y fértil de nuestra madre Tierra están escondidos los embriones de las plantas y de los hombres. Por lo tanto, nuestra reverencia y amor hacia ellos era realmente una extensión imaginativa de nuestro amor por nuestros padres inmediatos, y a este sentimiento de piedad filial se unía la disposición a apelar a ellos, igual que a un padre, para obtener los buenos dones que podamos desear. Esta es la oración material o física.” Charles A. Eastman, El Alma del Indio

La naturaleza para comunidades aborígenes del mundo

«Mira profundamente en la naturaleza, y entonces entenderás todo mejor.»

Albert Einstein

Una mirada antropológica a los baños de bosque nos permite entender que las culturas indígenas siempre han tenido una relación íntima y arraigada con la tierra y la naturaleza. Los pueblos nativos americanos, los Mapuches de Abya Yala, los diferentes pueblos originarios de Gondwana (Australia), los Maoríes de Nueva Zelanda, Las Zulúes de Sud África, entre muchos otros, perciben a la tierra como sagrada y tiene una íntima relación con los bosques. 

Incluso, los antiguos celtas, que vivían en lo que hoy es el Reino Unido, Irlanda y Francia, adoraban a la naturaleza y a los espíritus de la naturaleza, y creían en la sacralidad de lugares específicos, como manantiales, ríos y árboles; o el Taoísmo originado en China en año 380 a.C, promueve en sus textos sagrados la armonía y el equilibrio con la naturaleza. 

Los Maoríes se ven a sí mismos como guardianes de la tierra, en un concepto conocido como Kaitiakitanga. La idea es que tienen un papel de proteger y mantener la tierra, el agua y todas las criaturas vivientes para las generaciones futuras. Como sucede con otras culturas nativas, la espiritualidad maorí está profundamente arraigada en la naturaleza. Creen en la existencia de wairua (espíritu) en todas las cosas, incluyendo a las personas, los animales y la tierra. Esto conduce a un respeto profundo y sentido por todas las formas de vida.

Lo interesante es que existe un factor común entre todos ellos, el profundo respeto al ecosistema, el bosque y la conexión con la tierra. La naturaleza es un elemento parte de la comunidad y se consideran a sí mismos de ella, en lugar de seres separados o no-parte de la naturaleza.

Desconectados con la naturaleza

«Cada rama del bosque se mueve de manera diferente con la brisa, pero mientras se balancean, se conectan en las raíces.»

Rumi

Existen varias corrientes científicas que analizan porque el hombre moderno occidental ha, paulatinamente, perdido el contacto con la naturaleza: la industrialización género cambios en la relación de las personas con la naturaleza; el éxodo hacia las zonas urbanas y ciudades posteriores contribuyó a la desconexión emocional y psicológica con la naturaleza; el auge de la ciencia moderna y la necesidad de tener que corroborar vía el método científico disponible acentuó a la desconexión espiritual y psicológica con los espacios naturales y los animales; el consumismo en una sociedad centrada en el consumo y la adquisición de bienes materiales la naturaleza pasó a ser vista como un recurso para ser explotado en lugar de algo con lo que se tiene una relación. 

La psicología ambiental es una rama de la psicología examina la interacción entre las personas y su entorno, incluyendo cómo el ambiente físico afecta nuestro comportamiento y bienestar mental. Esta explica lo evidente para las comunidades aborígenes en todo el mundo: pasar tiempo en la naturaleza puede ayudar a restaurar nuestra capacidad de concentración y reducir el agotamiento mental. Esto tiene su co-relato, vivir en entornos urbanos efectivamente contribuye al incremento del tono simpático, mayores niveles de cortisol en sangre, aumento del estrés y casación emocional y mental.

El biólogo E.O. Wilson propuso la hipótesis de la Biophilia, sugiriendo que los seres humanos tienen una afinidad innata por la naturaleza y los seres vivos. Según esta teoría, la vida moderna podría estar frustrando este impulso biológico, lo que podría tener consecuencias negativas para nuestro bienestar. 

Estudios recientes en neurociencia han demostrado que pasar tiempo en la naturaleza puede tener beneficios concretos para la salud del cerebro. Por ejemplo, un estudio de 2015 mostró que las caminatas en la naturaleza pueden conducir a una disminución en la rumiación, un síntoma clave de la depresión y la ansiedad. Otros estudios evidencias que: 

Reducción del estrés: pasar tiempo en la naturaleza reduce los niveles de la hormona del estrés cortisol. La reducción del estrés puede tener numerosos efectos beneficiosos en el cerebro, desde mejorar la memoria y la concentración hasta reducir el riesgo de trastornos del estado de ánimo como la depresión y la ansiedad.

Mejora de atención: investigaciones sugieren que estar en la naturaleza puede mejorar la atención y la concentración. Esto es consistente con la teoría de la restauración de la atención, que sugiere que el entorno natural puede ayudar a restablecer la capacidad de atención de una persona.

Mejora del estado de ánimo: pasar tiempo en la naturaleza puede mejorar el estado de ánimo y reducir los síntomas de la depresión y la ansiedad. Estos efectos pueden estar relacionados con una variedad de factores, como la reducción del estrés, la mejora de la atención y la sensación de conexión con el mundo natural.

Favorece la neuroplasticidad: la exposición a entornos naturales puede promover la neuroplasticidad al proporcionar un entorno estimulante y variado que desafía y enriquece nuestros sistemas sensoriales y cognitivos.

Incrementa la conexión y empatía: Estar en la naturaleza puede fomentar un sentido de conexión con el mundo natural, lo que a su vez puede promover la empatía y la preocupación por otros seres vivos y el medio ambiente. 

Cambios en la actividad cerebral: La exposición a entornos naturales puede alterar la actividad en varias áreas del cerebro, incluyendo la corteza prefrontal, que está implicada en la toma de decisiones, la planificación y el autocontrol. Esto podría contribuir a los beneficios en la concentración y la creatividad mencionados anteriormente.

Estimulación sensorial: Los bosques ofrecen una rica variedad de estímulos sensoriales (sonidos, olores, texturas) que pueden ayudar a estimular y mantener activas diversas áreas del cerebro, contribuyendo a su salud y funcionamiento general.

Volver al bosque para sanar cuerpo-mente y alma

“Nosotros también tenemos una religión que recibieron nuestros antepasados y que estos nos transmitieron a nosotros, sus hijos. Nos enseña a ser agradecidos, a estar unidos y amarnos unos a otros. Nunca peleamos por cuestiones de región.”

Red Jacket, El Alma de Indio 

La tribu Kayin es uno de los grupos étnicos más grandes de Tailandia. Son conocidos por su fuerte conexión con la tierra y la naturaleza. Una ceremonia de los Kayin es la del árbol del espíritu, o «Kluey Cha«.

Este ritual es parte de su creencia en «Kluey Cha«, un espíritu del bosque que reside en un árbol en particular, generalmente uno de los árboles más grandes y antiguos del bosque. Creen que este espíritu del árbol protege el bosque y proporciona bendiciones a la gente. Sus rituales celebran la sabiduría de los más antiguos árboles, como si fueran ancianos de cientos de años. 

En libro El Alma del Indio, escrito por Charles Alexander Eastman (1858- 1939), un piel roja que gasta la edad de quince años vivió una vida íntegramente en una comunidad de Pieles Roja en EEUU. Ohiyesa explica como son enseñados los valores a la naturaleza en los niños: 

“Si el niño alguna vez está inquieto, la madre levanta la mano. «¡Silencio, silencio!» -él amonesta tiernamente- «podrías molestar a los espíritus!» Le pide que se esté quieto escuche – que escuche la voz plateada del álamo, o los címbalos entre chocantes del abedul-; y por la noche señala el camino marcado en el cielo, al Dios de la naturaleza a través de la galaxia de esplendor de la naturaleza. Silencio, amor, reverencia: esta es la trinidad de las primeras lecciones; y más adelante les añade a la generosidad, el valor yal castidad.”

Es interesante como, durante el baño de bosque que co-facilicatamos juntos a Berta de Bany de Bosc Vidrà el 11 de Junio del 2023, las palabras comunes de los participantes fuero: calma, conexión con la naturaleza y sentirse parte del bosque. Sería un gran avance de la ciencia estudiar el nivel de la activación cerebral en bosques terapéuticos certificados en relación con el sentido de pertenencia con la naturaleza de nuestro antepasado. 

Los Baños de Bosque tienen un notable enfoque multidisciplinario de campos como la medicina forestal, la sociología, la psicología, la antropología, la ecología emocional y la silvicultura, entre otros. Te recomiendo sin duda que te pongas en contacto con Bany de Bosc Vidrá; 

Instagram: @bosc_vidra o www.boscterapeuticvidra.com

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Dr. Gonzalo Santellán

Médico Cuerpo-Mente y Alma

Médico Especialista en Medicina del Deporte y la Salud

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Referencias: 

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