Desarrollo de la neocorteza
Un animal social que desarrolla sus fines en el seno de una comunidad es la definición de Aristóteles para el ser humano. Esta definición es hoy comprobada/confirmada por la neurociencia, la socialización es un proceso fundamental y necesario, que se inicia en la infancia y dura toda la vida.
Por un lado, nuestro cerebro ha evolucionado de tal manera que el ser humano es una de las pocas especies que necesita de otros humanos para sobrevivir. Nuestra neocorteza se desarrolla después de nacer y en ella está nuestra capacidad de amar, confiar, disfrutar y sorprendernos.
La especie que más similitudes tiene a nivel evolutivo son los chimpancés, cuyo recién nacido necesita de su madre y comunidad para sobrevivir, aprender habilidades para luego ser independiente y permanecer autónomo en la comunidad.
En pocas palabras, los seres humanos necesitamos de otros para desarrollarnos y madurar nuestra neocorteza. La calidad de los vínculos y cuán íntegros sean estos vínculos con otros de nuestra especie se refleja a posteriori y directamente en la calidad de nuestra neocorteza; y 20 años más tarde, en la calidad de nuestra relación con nosotros mismo y con el medio.
Sistema límbico
Por otro lado, el sistema límbico es la parte social de nosotros y fundamental. Estamos diseñados para sentirnos conectados a otros seres humanos. Esto lo evidenciamos al analizar las conexiones del cerebro límbico.
Sentir pertenencia a un grupo o comunidad tiene un efecto calmante del sistema nervioso central (SNC) y para la construcción de la identidad propia, seguridad y autoconfianza. Si este paso cerebral no está dado, difícilmente lleguemos a la neocorteza para desarrollar y expandir el amor, autocuidado, compasión, sorpresa o alegría.
El ser humano es social y es innegable nuestra necesidad biológica de sentirnos parte de un grupo, acogidos, respetados, escuchados y cuidados. Es fundamental para nuestro crecimiento.
Maslow fue uno de los primeros psicólogos en hablar de la pirámide de necesidades e interesantemente (y de forma intuitiva) lo que hizo es describir las tres partes del cerebro (neocorteza, sistema límbico y cerebro reptiliano). Según él, la intimidad y sentirnos parte es necesario e indispensable para pasar a los escalones más elevados: la autorrealización.
Es una cuestión de química
Imagina que estás con amigos en un bar conversando sobre la vida, en ese momento tu cerebro comienza a segregar sustancias que fomentarán el interés por interactuar con los otros y harán que quieras pasar más tiempo con ellos. Estas sustancias son las hormonas vasopresina y oxitocina, las cuales tienen funciones fisiológicas, pero también emocionales.
La socialización es una cuestión química y cerebral, nuestras relaciones con los demás son indispensables para la supervivencia.
Hacia un cuerpo-mente saludable.
Hacia una vida auténtica.
Gonzalo Doctor
Médico Holístico & Especialista en Medicina del Deporte y la Salud
Analista Junguiano en formación & Human Potencial Coach
Neuropsicología aplicada & Mindfulness
Yoga y EDMR
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